2010
María Luisa Garmendia
Resumen
Introducción
La actividad física (AF) es prioritaria para el desarrollo de un envejecimiento saludable (1,2). Las recomendaciones de AF en adultos mayores sugieren incorporar un componente importante de ejercicios de resistencia como forma de prevención de la sarcopenia y su beneficio en la limitación funcional (1). Sin embargo, no existe evidencia epidemiológica respecto al rol del ejercicio de resistencia sobre la resistencia a la insulina (RI). Este estudio examinó la relación entre la AF de resistencia y la RI en una muestra de adultos mayores de nivel socioeconómico medio-bajo y bajo de Santiago de Chile participantes del estudio CENEX (3). Su objetivo primario fue evaluar su efectividad, esto es, si la intervención de AF a nivel comunitario puede, en condiciones reales, disminuir la frecuencia de RI. Para tal efecto se evaluó, utilizando un estudio randomizado, si una intervención de ejercicio de resistencia moderada, dos veces por semana durante dos anos, disminuyó la frecuencia de RI medida a través de HOMA-IR y SHBG en 491 adultos mayores de 65 a 68 anos participantes del estudio CENEX. El porcentaje de cambio de HOMA-IR respecto a la medición basal fue de -35% en el grupo randomizado a actividad física y de -40% en el grupo control, es decir, este indicador disminuyó más en el grupo control. El modelo logístico ajustado mostró una relación inversa entre la AF y HOMA-IR pero que no fue significativa (OR 0,93 IC95% 0,53-1,76). En segundo lugar se examinó la eficacia de la intervención, es decir, si un mayor cumplimiento del protocolo de ejercicio de resistencia tenía un mayor efecto sobre la RI. Para ello se caracterizó la adherencia a las clases de AF como indicador de un mayor cumplimiento del protocolo. El porcentaje de adherencia fue del 25%, es decir, los participantes asistieron fueron a una de cada cuatro sesiones entregadas, existiendo un 5% de sujetos que no asistieron a ninguna clase de AF. Se estudio si una mayor adherencia podría incidir en una menor frecuencia de RI. No se encontró una asociación significativa entre la AF ni con HOMA-IR (OR 0,99, IC95% 0,97- 1,01) ni con SHBG (coef. -1%, IC95% -4%; +3%), pero si con el porcentaje de hemoglobina glicosilada de los participantes diabéticos (coef. -0,02 IC95%:-0,034;-0,008). Finalmente se estudió los factores determinantes de la adherencia a la AF. Por un lado, se propuso un modelo predictivo de adherencia en base a información tanto individual, de la intervención y contextual. Por otro lado, se realizaron entrevistas semi-estructuradas y grupos focales, en adultos mayores y en profesores de educación física, dirigidos a explorar las barreras y facilitadores de la adherencia y así contribuir a la interpretación de los hallazgos del estudio cuantitativo. El modelo predictivo mostró que factores relacionados al estado de salud y a los estilos de vida así como la satisfacción con la intervención, fueron fuertes predictores de la adherencia. A nivel individual se encontró que tener depresión (coef. -4,06 IC95% -8,29;-0,17), enfermedad coronaria (coef. 6,40 IC95% 11,47;-1,33); 0,17) o EPOC (coef. -4,59 IC95% -9,80;-0,62) así como el cuidado de los nietos (coef. -3,64; IC95% -7,77; 0,49) fueron las variables que se encontraron asociados negativamente a la adherencia (valor p<0,10). En contraste, el estar jubilado (coef. 10,91 IC95% 6,79; 15,04) y la participación en grupos de gimnasia (coef. 17,38; IC95% 10,31; 24,44) se asocio positivamente. A nivel de la intervención, el grado de satisfacción con las clases en general (coef. 4,00 IC95% -0,71; 8,71) y con los ejercicios (coef. 5,07; IC95% 2,10; 8,04) se relacionaron de forma positiva. El coeficiente de correlación intraclase fue de 0,003, reflejando que 0,3% de la varianza de la adherencia puede ser atribuida al nivel centro. El estudio cualitativo corroboró estos hallazgos y visibilizó otros factores, tales como la interacción social al interior del grupo de AF que fue percibida como un importante facilitador de la adherencia o la existencia de barreras al ejercicio distintas en hombres y mujeres, evidenciando la problemática de genero. En conclusión, este estudio mostró que una intervención de AF de resistencia, de moderada intensidad y frecuencia bisemanal durante dos anos no fue efectiva en reducir la RI en adultos mayores de Santiago de Chile de medio-bajo y bajo nivel socioeconómico. La razón principal que puede explicar esta falta de asociación fue la baja adherencia encontrada en el estudio. La eficacia del protocolo sobre la RI mostró que aunque no se encontraron asociaciones significativas sobre HOMA-IR ni SHBG, lo más probable es que el tamaño muestral fue insuficiente para evidenciar cambios. Sin embargo, al evaluar la eficacia sobre la hemoglobina glicosilada se encontró una relación significativa e inversa con la adherencia. El estudio de los factores predictores de la adherencia evidenció la importancia de que las intervenciones de ejercicio en adultos mayores a nivel comunitario deben contemplar estrategias que contrarresten las dificultades que tienen los adultos mayores para realizar AF y que se relacionan con su salud mental y física, sus estilos de vida o su disponibilidad de tiempo. Si no se consideran estos factores, es posible que las intervenciones no sean recibidas por quienes probablemente sean las personas mas beneficiadas de las mismas.